miércoles, 17 de abril de 2013

OBRA EXPOSICIÓN ALVARGONZÁLEZ

PÁJAROS EN LA CABEZA
.Oleo sobre lienzo 80x40
FLOR DEL HIELO
Técnica mxta 38x61
 
DE OTRO TIEMPO
Óleo sobre lienzo 40x40
ENTRE PALMERAS
Óleo sobre lienzo 40x40
PALOMAR
Óleo sobre lienzo 40x40


CALLE ARRIBA
 Óleo sobre lienzo 40x40
DE NOCHE
Óleo sobre lienzo 40x120
PASEO DE BEGOÑA
Óleo sobre lienzo 60X80
DE PASEO
Óleo sobre lienzo 60X80
ENTRE TIJERAS
Óleo sobre lienzo 70X50
LA PALMA
Óleo sobre lienzo 70X50
EN EL JARDÍN
Óleo sobre lienzo 70X50
LA PALMERA
Óleo sobre lienzo 70X50
LA ÚLTIMA PALMERA
Óleo sobre lienzo 60X120
EL AUTOBÚS
Óleo sobre lienzo 198X90
AMANECER
Óleo sobre lienzo 60X30
REFLEJOS
Óleo sobre lienzo 60X30
INVIERNO
Óleo sobre lienzo 40X120
PRIMAVERA
Óleo sobre lienzo 40X40
LA PEGA
Óleo sobre lienzo 40X40
OTOÑO
Óleo sobre lienzo 40X120
 
BONANZA
Óleo sobre lienzo 50X70
CRISIS
Óleo sobre lienzo 50X70
ESPERANZA
Óleo sobre lienzo 50X70

sábado, 13 de abril de 2013

INAUGURACIÓN EXPOSICIÓN FUNDACION ALVARGONZÁLEZ


Pili G. Barrón nos muestra una obra donde el hilo conductor son las palmeras. 
Palmeras reales, ficticias, ilusorias. 
Con todo lo que son y lo que evocan. 
Permitiéndose jugar con las imágenes y las palabras en un intento por romper la monotonía.
Y aunque el motivo aparentemente es común, debido a la versatilidad de las palabras, y, aún sujetándose a la motivación inicial y desencadenante, la creación se dispara en mútiples direcciones sufriendo una evolución: el paisaje se transforma en retrato; el objeto físico, en abstracto y la oscuridad en luz.


EN LA PUERTA

PRELIMINARES

PRESENTACIÓN

viernes, 12 de abril de 2013

EXPOSICIÓN FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ

 
LAS ÚLTIMAS PALMERAS
Esas altivas palmeras, 
como abanicos al viento, 
ávidas de sol y luz, 
están gimiendo.  
 
Son los faros del camino 
que susurran al viajero, 
lo acompañan desde lo alto, 
desde el cielo.  
 
 Evocan lejanas tierras 
historias, leyendas, cuentos… 
de otros mundos y de este, 
de otros pueblos.  
 
Nos recuerdan quienes fuimos, 
testimonios de otros tiempos, 
lo que el viento se llevó  
y lo que queda de aquello.  
 
Son torres inexpugnables 
que cobijan los recuerdos, 
vigilantes atalayas 
de lo propio y de lo ajeno.  
 
Son gigantes encantados  
que bracean en silencio, 
lucharon unos con otros 
y perdieron.  
 
Son pájaros enredados 
que intentan levantar vuelo, 
aletean sin descanso 
prisioneros.  
 
Son las últimas banderas 
que alientan felices sueños 
y saludan desdeñosas
cual pañuelos.